He pasado un par de años en los
que me sentía totalmente desamparada. Creía que nadie iba a ser capaz nunca de
padecer lo mismo que yo y que, por tanto, estaba destinada a encontrarme sola
de por vida. Puede que muchos creáis que esto es algo común en los adolescentes
de hoy en día y, puede que tengáis razón, pero ello no quita la intensidad con
la que vivimos.
Mientras me hallaba sumida en esa
especie de angustia, un grupo de amigos me recomendaron que me leyese Canción
de Hielo y Fuego, ya que dentro de poco iba a estrenarse su serie y aseguraban
que merecía realmente la pena.
Nunca podré agradecer lo
suficiente a George R.R. Martin por volver a sentir empatía, por ver que no
estaba sola en mi dolor, por ser capaz de verme reflejada en otros.
Me veía a mi misma en Arya cada
vez que me echaba a llorar por poner las noticias y ver que las mujeres estábamos
siendo asesinadas por ser consideradas débiles e inferiores. Me veía a mi misma
reflejada en Cersei cuando la gente me imponía unas normas sociales y me
obligan a considerar ciertas cosas como tabúes a pesar de no hacer mal a nadie.
Veía mi frustración en Jaime cuando la gente tampoco confiaba en él por actos
ya pasados y que realmente estaban justificados. Me encontraba en un mundo que
no era el mío al igual que le pasaba a Daenerys.
Sonreí y lloré mientras leía
estos libros. Y creedme que no lo hice sola. Esas historias no son solo
historias. Son el reflejo de nuestro mundo. Cuando leía una batalla, no leía
cómo mataban a unos personajes ficticios. Leía cómo mataban a gente en Irak, en
Afganistán, en Siria. Esos sucesos están pasando ahora mismo. Si yo lloro por
la muerte de un campesino de Poniente, en realidad estoy llorando por la muerte
de miles de civiles en el mundo bombardeos por el juego de poder entre
naciones. Si me identificaba con Arya, me identificaba con cientos de mujeres
insumisas que, al igual que ella, luchan cada día por hacerse respetar como
persona.
Ellos existen. Poniente existe. Y
yo no lo sabía. Por eso ahora mismo se me escapan las lágrimas de agradecimiento
hacia el hombre que me enseñó eso. Hoy es su cumpleaños y ojalá pudiese darle
cualquier muestra de lo mucho que siento que le debo.
Martin, gracias por tus
esfuerzos, por tu trabajo, por todo el cariño que das a tus fans. Muchas
felicidades, de verdad.
Martin está bien. Tiene un universo plagado de personales que son réplicas de otros universos. Su mayor bondad es componer con todos ellos una trama con sentido y con una dinámica trepidante. No obstante, recomiendo "La rueda del tiempo" Robert Jordan & Brandon Sanderson, para poner a cada uno en su sitio
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